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Cada persona debe utilizar una crema de manos distinta. Cada persona es diferente, cada piel es diferente, por lo tanto, las cremas que nos convienen, tanto faciales, como corporales, como de manos, deben ser diferente. En este post os vamos a dar algunos consejos para elegir correctamente vuestra crema de manos.

Es importante que a la hora de elegirlas también tengas en cuenta otros factores como tu tipo de piel y las necesidades de la misma para dar con la textura y el efecto más adecuado. En el caso de que tus manos estén excesivamente resecas y agrietadas, lo mejor es que escojas una crema con fórmula concentrada y de textura fluida para reparar la piel incluso en aquellas condiciones más duras.

Si además de que tus manos están muy ásperas, resecas y agrietadas, tienes una piel muy sensible que es propensa a irritarse, entonces tu mejor opción serán las cremas de manos concentradas pero que no contengan en su fórmula perfumes ni componentes químicos. Así, protegerás al máximo la barrera natural de la piel de las manos y podrás hidratarlas sin correr el riesgo de sufrir algún tipo de reacción alérgica.

Las mujeres con piel grasa deben elegir una crema para manos con una textura ligera que repare e hidrate sin dejar un aspecto oleoso en la piel. Descarta aquellas lociones que contengan aceites y asegúrate de adquirir una de absorción inmediata para evitar que al aplicarla, las manos queden grasosas o resbaladizas.

La hidratación de las manos es una tarea que debe hacerse durante todo el año, por lo que también puedes barajar la opción de elegir una crema que te ayude mantener una piel joven combatiendo los signos del envejecimiento. En el mercado encontrarás cremas elaboradas especialmente para reducir arrugas, atenuar manchas oscuras y frenar los daños producidos por los rayos UV del sol.

Las bolsas y ojeras muchas veces nos traen por la calle de la amargura. Pueden deberse a la genética, a la falta de descanso e incluso a la alimentación. Pero, ¿por qué nos salen y cómo podemos combatirlas?

La piel situada alrededor del contorno de nuestros ojos se más fina y sensible, cinco veces más que la del resto del rostro y diez más que la del resto del cuerpo. Además, posee menos cantidad de colágeno, glándulas sebáceas y elastina. A pesar de que la cosmética suele “meterlas en el mismo saco” las bolsas y ojeras no son lo mismo.

• La ojera se trata de una morfología concreta que está sumada a una piel fina, la cual deja ver la acumulación de sangre provocando el oscurecimiento de la zona. En parte, también está provocado por la falta de hierro y por la falta de oxígeno en los tejidos causando coágulos en los vasos sanguíneos. La alimentación es otra de las causas ya que la pérdida de peso provoca la pérdida del volumen de la grasa que está situada en la zona de la que hablamos causando la aparición de surcos oscuros y llevando a la creación de la ojera. Otro factor es la falta de sueño. Dormir poco lleva a que se nos dilaten los vasos sanguíneos. No obstante, estos factores también están acompañados por la edad ya que la piel se vuelve más fina.

• Las bolsas son los abultamientos que se localizan debajo de los ojos y que, al igual que las ojeras, tienen connotaciones genéticas. Se forman con la pérdida de tono muscular provocando el descolgamiento y adelgazamiento de la piel.También puede deberse a la retención de líquidos e incluso ser una congestión que se produce al despertar.

Pero centrémonos en lo que nos interesa. ¿Cómo las eliminamos o, por lo menos, las atenuamos? Dejando de lado las intervenciones quirúrgicas que son costosas y aparatosas, vayamos a las “soluciones terrenales”. Existen muchos remedios caseros efectivos que ayudan a eliminar los líquidos y con ello a evitar que se noten en exceso.

Dormir es otra manera de conseguirlo. Hacerlo bocabajo ayuda a entorpecer la circulación y a que no parezcamos mapaches. Además, dormir con la cabeza un poco más elevada también os ayudará a retrasar la aparición de bolsas.

También está la opción de aplicar hielo en la zona e incluso las “gafas de pepino” que aportan vitaminas y mejoran la pigmentación, lexitud e incluso elimina temporalmente esas pequeñas arruguitas que podamos tener en la zona.

Y por último, una manera de hacer que pasen desapercibidas que realmente nos ha sorprendido. Taparlas con labial rojo a pequeños toques difuminándolo posteriormente con una brocha. Después, podéis extender un corrector compacto mediante toquecitos.

La alimentación durante el embarazo es esencial para el desarrollo del bebé. Es especialmente importante una dieta sana y equilibrada debido a la influencia de la nutrición de la madre sobre la salud del bebé.

En principio, salvo que exista algo que así lo requiera, la alimentación no es muy distinta de la aconsejada para cualquier adulto sano. Una ingesta energética adecuada es esencial durante este periodo. Sin embargo, no es necesario "comer por dos". Ni siquiera es conveniente. Se recomienda aumentar el aporte calórico de la dieta en unas 200 kcal diarios exclusivamente en los últimos tres meses del embarazo. No obstante, ya durante los primeros meses de gestación, aumentan los requerimientos de proteínas, vitaminas y minerales.

Para satisfacer las necesidades alimentarias basta con seguir una dieta muy variada que incluya: productos lácteos, carnes, pescado, huevos, legumbres, cereales, frutas, verduras, aceite de oliva, fibra y agua.

Se recomienda evitar el consumo de carnes y pescados crudos o poco hechos así como embutidos para reducir el riesgo de contraer toxoplasmosis. También es oportuno de reducir el consumo de bebidas excitantes como café, té y refrescos de cola y sobre todo. Totalmente contraindicado el alcohol y el tabaco.