Si el agua en vida. En verano, este dicho se convierte en algo primordial.
La importancia de la hidratación en los meses estivales es vital para nuestro cuerpo si no queremos padecer diferentes síntomas como agotamiento, desfallecimientos, apatía o consecuencias mucho más graves a nivel interno. Nuestro cuerpo necesita consumir al día en verano una media de entre 2 y 2,5 litros, bien sea en forma líquida o a través de alimentos ricos en agua. Eliminamos casi dos litros de agua al día por lo que si no los reponemos provoca una serie de malestares, indicándonos con ello que el agua que les estamos suministrando no es la suficiente.
Además de por la propia hidratación, el agua tiene un efecto muy positivo en nuestro cuerpo que podemos visualizar en diferentes cuestiones. Nuestra piel está mas tersa y suave ya que el agua fortalece las células. Además, el agua tiene un poder saciante, por lo que necesitamos alimentarnos menos, eliminamos el apetito sin aportar calorías a nuestra dieta.
Como curiosidad, aquí os indicamos la cantidad de agua que podemos ingerir con una sóla comida.
Dos vasos de agua: 500 ml
Una ensalada de lechuga, tomate y cebolla (200gr): 180 ml
Dos filetes de pollo a la plancha: 156 ml
Una pieza de fruta: 180 ml
Un café con leche: 150 ml
Total: 1 litro y 166 ml
Por todas estas razones y muchas más, no esperes a tener sed para beber agua este verano. La sensación de sed puede llegar cuando el cuerpo tenga los primeros síntomas de deshidratación (y mucho más con las altas temperaturas del verano). Bebe vida, bebe agua!!!